Moisés, un ejemplo de servicio a Dios

Hoy, cerramos nuestro estudio del libro de Deuteronomio, enfocándonos en las palabras finales de uno de los líderes más importantes de la historia bíblica: Moisés. A través del capítulo 34, el pastor nos invita a reflexionar sobre el servicio a Dios y la verdadera fidelidad, tomando a Moisés como un ejemplo extraordinario. El mensaje central se resume en esta idea: el servicio a Dios requiere un corazón preparado y una fe que confía en Su dirección y no en nuestros sentimientos.


La Vida y Muerte de Moisés

Moisés, un hombre de 120 años, sube al monte Nebo para ver la Tierra Prometida que no le sería permitido pisar. Dios se la muestra desde la distancia, cumpliendo Su promesa a Abraham, Isaac y Jacob. Moisés muere en Moab, en la plenitud de su vigor físico y con una visión clara, confiando en una promesa aún mayor: la Tierra Prometida celestial.

El predicador subraya las características de un siervo fiel, encarnadas en Moisés:

  • Educación y Preparación: Moisés fue educado en las cortes de Egipto, capacitándose intelectualmente para el servicio. Esto nos enseña que el Señor usa con mayor poder a aquellos que se preparan.
  • Manso, pero no Tonto: Aunque era el hombre más manso sobre la tierra, Moisés no permitía la injusticia. Su mansedumbre era una cualidad que le permitía llevar sus problemas a Dios en lugar de reaccionar impulsivamente.
  • Comunión Íntima: Moisés tuvo una comunión tan cercana con Dios que lo conoció “cara a cara”, un resultado de su constante búsqueda y su disposición a ayunar y escuchar la voz de Dios.
  • Humilde y Generoso: A pesar de ser un líder indiscutible, Moisés no se aferró al poder. Su principal preocupación era el futuro del pueblo, por lo que le pidió a Dios que levantara un sucesor. Esta humildad contrasta con la actitud de Josué, quien no formó a su propio sucesor, lo que llevó a la decadencia espiritual del pueblo después de su muerte.
  • Heraldo de la Palabra de Dios: Moisés fue un verdadero profeta, un mensajero que comunicaba el mensaje divino. De la misma manera, el predicador nos anima a buscar congregaciones que prediquen la sana doctrina, la verdad de la Biblia, y no las “fábulas” o enseñanzas que se centran en la prosperidad o en lo que nos hace sentir bien.


La Ceguera de Nuestros Sentimientos

Un punto crucial del sermón es la advertencia contra la confianza en los sentimientos personales. El pastor citó a Jeremías, que dice que el corazón del hombre es engañoso y perverso, y nos animó a no guiarnos por lo que “sentimos”. En cambio, debemos confiar en la Palabra de Dios, que es nuestra guía y consejo. Los sentimientos son como caballos que tienen la fuerza, pero la guía de la carreta debe ser la palabra de Dios.


Versículos Clave

  • Deuteronomio 34:5: “Y murió allí Moisés, siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.”
  • Deuteronomio 34:10: “Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara.”
  • Deuteronomio 10:12-13: “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”
  • Proverbios 3:5-6: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.”
  • 2 Corintios 4:7-9: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.”
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