Somos Iglesia

Hoy tenemos un poderoso sermón basado en el primer capítulo de la carta del apóstol Pablo a los Colosenses. El orador nos invitó a abrir una ventana a una iglesia de hace 2000 años y a reflexionar si nosotros, como creyentes, podemos vivir de la misma manera.

El apóstol Pablo, desbordado por su amor y admiración por los hermanos de Colosas, inicia su carta con una serie de palabras que describen las características de una iglesia que agrada a Dios. A través de este pasaje, el orador destacó siete puntos clave que definen una fe genuina y activa.

  1. Una Iglesia Comprometida: Pablo y sus compañeros mostraban una pasión por la iglesia de Colosas, llevándola constantemente en sus mentes y corazones. El compromiso es una muestra de dónde reside nuestro tesoro, y para Pablo, su tesoro era la iglesia.
  2. Una Iglesia Intercesora: La oración intercesora, donde oramos por los demás en lugar de solo por nosotros mismos, es una de las tareas más importantes para el creyente. El predicador nos recordó ejemplos bíblicos de intercesión, desde Moisés y Abraham hasta Jesús y Esteban, y nos desafió a revisar nuestras propias oraciones para ver si el foco está en nosotros o en los demás.
  3. Una Iglesia Agradecida: La iglesia de Colosas era una iglesia que siempre daba gracias. Pablo reconocía que toda dádiva y todo don perfecto provienen de Dios, atribuyendo a Él el mérito por la fe y el amor de los creyentes.
  4. Una Iglesia de Fe y Obras: La fe que agrada a Dios no es una creencia teórica, sino una que se manifiesta en acción, a través de obras de amor y misericordia. Esta fe auténtica tiene su origen en la humildad, que no es menospreciarnos, sino reconocer nuestro lugar real ante Dios y genuinamente interesarnos en los demás. La humildad nos permite honrar a los otros por encima de nosotros mismos.
  5. Una Iglesia con la Motivación Correcta: La fe y el amor de los colosenses se encendían por la esperanza que tenían reservada en el cielo. La esperanza de la vida eterna no debe llevarnos a una espera pasiva, sino a valorar y vivir con propósito la misión que Dios nos ha dado aquí y ahora.
  6. Una Iglesia que Aprende y Crece: La iglesia de Colosas era obediente y atenta a la palabra de Dios, lo que les permitió crecer espiritualmente. Sin embargo, el predicador hizo una distinción crucial entre el conocimiento intelectual y la sabiduría espiritual, que es la capacidad de hacer la voluntad de Dios. Esta sabiduría no se obtiene por esfuerzo humano, sino que debe pedírsele a Dios en oración.
  7. Una Iglesia que Reconoce el Poder de Cristo: El sermón concluyó con una profunda reflexión sobre la supremacía de Cristo. Él es el creador de todo, visible e invisible, y es quien sostiene toda la creación. Al vivir en Cristo, somos fortalecidos con su poder para tener paciencia, gozo y vivir sin temor, sabiendo que el reino de la oscuridad no puede prevalecer contra nosotros.

En resumen, la iglesia que agrada a Dios es una comunidad comprometida, intercesora, agradecida, con una fe que se manifiesta en amor y humildad, motivada por la esperanza celestial, que crece en la sabiduría de Dios y vive en el poder de Cristo.


Versículos Clave

  • Colosenses 1:3-4: “Siempre oramos por ustedes y le damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todo el pueblo de Dios.”
  • Colosenses 1:9-10: “Así que desde que supimos de ustedes, no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones. Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual. Entonces, la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos.”
  • Colosenses 1:13-14: “Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su hijo amado, quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados.”
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