Dignos de Jesús

El mensaje de hoy nos confronta con una pregunta crucial: ¿Qué significa realmente “creer” en Jesús?

El orador nos llevó a través de un examen directo de lo que Jesús demanda, resumido en tres preguntas esenciales.

Punto Clave 1: El bautismo es una declaración de arrepentimiento

El bautismo no es un rito nuevo, pero Juan el Bautista lo resignificó. Mientras que el antiguo “bautismo del prosélito” era para volverse judío, el bautismo predicado por Juan era el bautismo del arrepentimiento.

  • No es un Ritual Mecánico: Juan el Bautista confrontó a los religiosos (“¡Generación de víboras!”), advirtiéndoles que confundir el rito exterior con un cambio interior es un error fatal.
  • La Intención es el Corazón: El bautismo requiere un cambio de corazón, un arrepentimiento genuino del pecado.
  • Mandato de Jesús: Finalmente, Jesús mismo lo instituyó como un mandato, agregando un nuevo significado: la pertenencia. Al bautizarnos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, estamos rindiendo nuestra vida y declarando que somos posesión de la Trinidad.

Punto Clave 2: El bautismo es solo para los que creen

Según el libro de Hechos, la única condición para el bautismo la encontramos en la respuesta de Felipe al etíope: “Si crees en el Señor Jesucristo de todo corazón, bien puedes” (Hechos 8:37).

Esto nos lleva a la pregunta central: ¿Qué es creer?

Punto Clave 3: Creer es amar y la muerte al Yo propio

Jesús nos da la definición más radical y difícil de “creer” en Mateo capítulo 10. Creer no es solo obediencia o asistencia; es amar a Jesús más que a cualquier otra cosa.

  • El Amor Sin Comparación: Jesús establece un estándar absoluto: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). El amor a Jesús debe ser de una profundidad, entrega y emoción que supera el amor más profundo que conocemos.
  • La Lección de la Pecadora (Lucas 7): Jesús le explica a Simón el fariseo por qué la mujer pecadora (que lloró a Sus pies y los limpió con su cabello) le amó más: “Sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho” (Lucas 7:47). Solo cuando te sientes un gran pecador ante Dios, puedes experimentar y demostrar el amor que resulta de un gran perdón.
  • Tomar la Cruz: Creer implica estar dispuesto a morir al propio ego, a la propia vida y a los propios intereses. La cruz en el siglo I era un símbolo de vergüenza y muerte. Jesús nos manda a tomar nuestra cruz y seguirle: “El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí” (Mateo 10:38).

Si tu trabajo, tu dinero, tu opinión, tus estudios o tu propia vida son más importantes que Jesús, la Palabra dice: no eres digno de Él.

La promesa es el rescate: El que pierde su vida por causa de Jesús, la hallará (Mateo 10:39).

Versículos clave del mensaje

  • Juan 8:12: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”
  • Hechos 8:37: “Si crees de todo corazón, bien puedes.” (La única condición para el bautismo).
  • Mateo 10:37: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.”
  • Mateo 10:38: “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”
  • Lucas 7:47: “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; pero aquel a quien se le perdona poco, poco ama.”

Que el desafío de Jesús resuene en tu corazón. ¿Estás dispuesto a tomar tu cruz y amar a Jesús por encima de todo? Si has reconocido tu necesidad de perdón, tu vida será transformada.

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