Confiando en la palabra de Dios

Hoy nos adentraremos en Mateo 4:1-11, el relato de la tentación de Jesús en el desierto. Este pasaje, que sigue a Su bautismo, no es solo una lección sobre memorizar versículos, sino sobre algo mucho más profundo y vital: la confianza absoluta en la Palabra de Dios.

Así como los reformadores creían que el pueblo necesitaba leer la Biblia en su propio idioma para rechazar la superstición, Jesús nos muestra que debemos confiar en la Palabra de Su Padre con toda nuestra vida.

---

Jesús, el Hijo Fiel, Confía Plenamente en la Palabra de Dios

Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo, ayunando 40 días y 40 noches. En este momento de debilidad física, se enfrenta a tres tentaciones clave. En cada una, el diablo siembra la duda sobre la identidad de Jesús como Hijo de Dios, y en cada una, Jesús resiste citando el Deuteronomio, demostrando que Su obediencia está basada en la confianza inquebrantable en Su Padre.

1. Confiar para Vivir: Dependencia Absoluta (v. 3-4)

• La Tentación: Convertir las piedras en pan. El tentador sugiere usar el poder de Jesús para satisfacer una necesidad física básica (el hambre), poniendo en duda la provisión del Padre. La esencia es: ¿Puede Dios proveer para ti, o debes tomar el control? El tentador pone en duda la palabra que el Padre había dicho en el bautismo: “Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido.” (Mateo 3:17).
• La Respuesta Basada en la Confianza: Jesús cita Deuteronomio 8:3.
  > “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
• La Lección: Jesús, a diferencia de Israel en el desierto, no tomó las cosas en Sus propias manos. Él confió que Su Padre proveería. Para tener vida (con mayúscula), debemos confiar en la Palabra de Dios por encima de las necesidades materiales.

---

2. Confiar en la Dificultad: No Poner a Prueba a Dios (v. 5-7)

• La Tentación: Arrojarse desde el pináculo del templo. El diablo mismo cita el Salmo 91 para prometer protección angelical. La esencia es: ¿Es suficiente con la Palabra, o necesitas ver una prueba milagrosa? El diablo insinúa que las promesas de Dios no son confiables a menos que sean puestas a prueba.
• La Respuesta Basada en la Confianza: Jesús cita Deuteronomio 6:16.
  > “También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.”
• La Lección: Jesús no tiene que probar la Palabra de Dios. Él confía en ella. Tentar a Dios implica que Su Palabra no es suficiente y que necesitamos evidencia visual o un pacto condicional (“Si haces esto, creeré”). Jesús confió en el cuidado de Su Padre, incluso en los momentos difíciles que vendrían.

---

3. Confiar Hasta la Muerte: Adoración Incondicional (v. 8-10)

• La Tentación: Adorar al diablo a cambio de todos los reinos del mundo y su gloria. La ironía es que el Padre ya había prometido esto mismo al Mesías, pero a través del sufrimiento y la resurrección (Salmo 2:8). La esencia es: Misma meta, dos caminos.
• El Desafío: Esquivar el camino de la cruz, el sufrimiento y el pago por los pecados, a cambio de una gloria inmediata. Esta tentación es la misma que enfrentó más tarde Pedro (Mateo 16:23), al sugerir evitar la cruz, lo que le valió la reprensión de Jesús: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!”
• La Respuesta Basada en la Confianza: Jesús cita Deuteronomio 6:13.
  >“Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás.”
• La Lección: Jesús confía en el plan de Su Padre, aunque implique humillación, cruz y muerte. Él elige la obediencia sobre el camino fácil y rechaza la tentación de obtener la gloria por medios ilícitos.

---

Nuestro Desafío y Gratitud

1. Gratitud: Lo primero que debemos decir es “Gracias, Señor”. Jesús hizo lo que nosotros y lo que Israel no pudimos hacer. Él fue el Hijo fiel que resistió la tentación hasta la muerte por nosotros, los hijos infieles, para que podamos ser perdonados.
2. Imitación: Jesús nos da el ejemplo de cómo resistir la tentación. La clave no es solo citar la Biblia, sino confiar en ella plenamente.
3. Los Ídolos de la Tentación: Detrás de cada tentación hay un ídolo que revela dónde está realmente nuestra confianza:
   • Materialismo: ¿Confiamos en que Dios sabe lo que necesitamos (Mateo 6:33), o andamos afanados buscando más?
   • Placer/Comodidad: ¿Confiamos en el plan de Dios para nuestra sexualidad o nuestras relaciones, aunque sea difícil (Mateo 5:27), o priorizamos nuestro placer o comodidad personal?
   • Reconciliación: ¿Confiamos en la Palabra que nos llama a la reconciliación (Mateo 5:23-24), aunque sea incómodo y cueste?

Confiemos en que Su Palabra es suficiente para la vida, para el ministerio y para cambiar vidas. Como dijo William Tyndale, quien murió por traducir la Biblia: “Dios ábrele los ojos al rey de Inglaterra.” Que Dios nos abra los ojos para vivir por Su Palabra.