Cantico de Moises

Hoy vamos a sumergirnos en un pasaje poderoso y revelador: El Cántico de Moisés, que se encuentra en Deuteronomio capítulo 32. El orador de hoy nos invita a reflexionar sobre una palabra clave: contraste.

El sermón nos introduce en la etapa final de la vida de Moisés. En los capítulos anteriores de Deuteronomio, Moisés había instruido al pueblo sobre la ley de Dios y había nombrado a Josué como su sucesor. Pero, con un profundo conocimiento de la naturaleza humana, Moisés profetiza que el pueblo de Israel, una vez en la tierra prometida, fallará. Dios, en su infinita sabiduría, le ordena a Moisés escribir un cántico, no solo como una hermosa canción, sino como un testigo contra el pueblo.

El propósito de este cántico es doble:

  1. Recordarles quién es Dios: Su soberanía, bondad, fidelidad y justicia.
  2. Recordarles quiénes son ellos: Una generación perversa, traidora e ingrata.

A lo largo del cántico, se establece un contraste abismal entre la perfección de Dios y la imperfección del hombre.

Los puntos clave que se destacaron fueron:

  • Dios es la Roca: Un Dios totalmente confiable, todopoderoso y justo, cuya obra es perfecta.
  • Israel es un pueblo perverso y torcido: A pesar de recibir las bendiciones de Dios, se volvió soberbio y traidor, olvidando al Dios que los cuidó y proveyó.
  • Dios es un Dios celoso y airado con el pecado: Al ver la idolatría de su pueblo, se llenó de ira y decidió esconder su rostro, lo que significaba la interrupción de sus bendiciones. Esto nos enseña que Dios es un Dios santo que no puede convivir con el pecado.
  • El juicio de Dios es esperanzador: A pesar del castigo, el juicio de Dios no tenía como objetivo la aniquilación, sino la purificación. El cántico termina con una nota de esperanza y redención, anunciando que Dios vindicará a su pueblo y hará expiación por sus pecados.

El sermón concluye con dos aplicaciones prácticas para nosotros hoy:

  1. Debemos recordar el contraste entre la santidad de Dios y nuestra naturaleza pecaminosa, lo que nos motivará a crecer espiritualmente y a adorarlo de manera más profunda.
  2. Debemos recordar que Dios es un Dios veraz. Su juicio contra el pecado es real, pero también lo es su gracia redentora a través de Cristo. Quienes creemos en Él, recibimos su gracia y la promesa de salvación.

Los versículos clave de este sermón son:

  • Deuteronomio 32:4: “La Roca, su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, justo y recto es él.”
  • Deuteronomio 32:6: “¿No es él tu padre que te compró? Él te hizo y te estableció.”
  • Deuteronomio 32:39: “Vean ahora que yo soy el Señor, y fuera de mí no hay Dios. Yo hago morir y hago vivir, yo hiero y yo sano; no hay nadie quien pueda librar de mi mano.”
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